Ayer volviendo a gamba de una fiesta allá por Libertador al 7400, me topé con las vías del tren con su carruaje a pura máquina acercándose, y en un acto de velocidad extrema, lo terminé saltando por arriba en completo movimiento.
Pero no me importa, la cosa es que del otro lado me esperaba un paquete de Doritos.
Como la vida misma, ¿no?
(Dá 4 en realidad)
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Damn nigga
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2 comentarios:
buenas...
está todo muy raro en la ciudad últimamente... no fue usted el mismo que le arrojaba furiosamente m&m's a los policías el otro día en la batalla de constitución?
ahí se ven!
Hola, te presento un nuevo blog, se llama Volantes de Privados.
(Comentá un día, sorete).
Acabo de ver el post del tomate, tremendo.
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