Sus ojos titilaron como 20 colibríes construyendo una pileta climatizada.
Sus piernas se entumecieron como un camello cocinando una colita de cuadril.
Su brazo derecho se tornó verde apio como si un auto explotara y envés de fuego salieran pastizales.
Su pezón izquierdo empezó a sobresalirse como si un nene tirara una linterna al río.
Su esternón se pudrió completamente como una cortina enganchada a un ventilador de piso.
Todo su cuerpo se consumió por completo, como si un político decidiera no usar mas medias a rombos.
Pero que pedo tan raro se había tirado Pedrito.
4 comentarios:
más que pedo, arma de destrucción masiva
Se lo escucho decir a Pedrito:
"No importa el ruido mientras salgas
pero porfavor no revientes mis nalgas"
¡Sí, Jotafrisco!
¿Me recuerda?
¿Ah, no?
www.volantesdeprivados.blogspot.com
Valgame dios, valgame over.
Publicar un comentario