Las cacerolas de la tía

"Mirá mama, mirá como me como el canario".
Estaba a punto el pendejo..., lo tenia ahí, a 10 centimetros de distancia. Osea, si le dabas rienda , el pibe lo colaba ahi nomás.
"PARA PENDEJO! ¡¡¡¡PARA!!!!!" saltó la vieja, mientras que también saltaba el guiso de mondongo que estaba preparando.
"Si vieja, basta, me tenés las bolas llenas.....¡yo al canario me lo mando!".
10 años......10 años tenia el pibe...y ya andaba armando quilombo en la casa.
"Yo me lo mando, me lo mando aca nomás, ¡me harté de andar limpiando la mierda de la jaula!"
Al chico le gustaba mucho jugar a los legos.
" ¡¡PARA!! " fué lo último que dijo la madre, cuando, sin querer, hizo una mala maniobra con un pedazo de mondongo que había quedado tirado en el piso.
Saltó bien bien alto..., que hasta su cabeza dió con una cacerolas que justo habian sido colocadas esa mañana en esa altura por la tía Maruca.
Y ahi quedó ella, tendida en el suelo, con un mondongo clavado en la punta del taco.
A los 5 minutos, entra a la cocina un discípulo del Gato Dumas, gritando:
"A la mierda, ¿¿¡¡quién hizo ese mondongo?!?!"